Yo creo que el problema es que a la nueva generación ya no les atraen las mismas cosas que les atraían a los de antes con tanta facilidad, ya que a los jóvenes no les gustan que les digan lo que tienen que ser, se tienen que dar cuenta ellos. Hay que tener paciencia y buscar la manera de llegar a ellos. También viven en una sociedad donde tienen muchas presiones y exigencias, como qué ropa llevar, cómo peinarte el pelo,... Preocupaciones que en mi opinión son demás, ya que lo que importa es ser como tu eres y como a ti te gusta y te haga sentir bien. Los jóvenes se van dando cuenta de que no solo puede aprender estudiando un tema de memoria y así como podría intervenir la Iglesia. Cosas más didácticas que les guste y aprendan a la vez. Ellos no quieren estar una hora sentados escuchando a alguien hablar en la Iglesia, yo creo que es debido a que se cierran más a las personas y si creen en Dios se abren a él rezando por sus familiares, amigos y las cosas que les preocupan. También creo que les gusta saber que no están solos y que siempre Dios va a estar con ellos, por eso habría que recordarles eso también más a menudo.
Mar Grau Molina Nº9
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